sábado, 13 de febrero de 2016

Os presento al teniente general Rafael Comas (no precisamente un pacifista)




Es obvio. Es obvio que el teniente general Rafael Comas Abad, ascendido a ese cargo militar en julio 2011 por la ministra de Defensa Carme Chacón, parece no tener mucho aspecto de pacifista (aunque el fotógrafo quizás ha querido destacar en esta instantánea ciertos matices de sinceridad, franqueza, bonachonería...):

La prensa nos dice de él: "España está al mando. El Ejército de Tierra lidera la fuerza de la OTAN responsable de responder a los desafíos de la Alianza en el menor tiempo posible y de manera más efectiva. El teniente general Comas es el Jefe del Cuartel General de la OTAN en Bétera, que asumió el Mando Terrestre de Respuesta Aliada a comienzos de año". Que España está al mando de la OTAN no se lo cree ni el gato, pero bueno, comprendo que el gobierno dé rienda suelta a sus fantasías no realizadas y viejos sueños de grandeza a lo Felipe II.

Pero, ¿quién, en verdad, es este teniente general, nacido en 1953, con aspecto de pocas ganas de dialogar y muchas de entrar en acción de combate?. Pues uno que aboga por recuperar el servicio militar obligatorio aunque en otro formato: http://latribunadelpaisvasco.com/not/2147/el-teniente-general-rafael-comas-aboga-por-recuperar-el-servicio-militar-obligatorio/. Uno que, respecto a los conflictos de Oriente Medio, se expresa de este poco inteligente modo (mencionando a Israel en la recámara):


Rafael Comas es un general que se expresa sin ambages a favor de mantener los gastos militares y, si las circunstancias lo demandan, aumentarlos para que otros no nos ataquen. Es más, en su opinión, la paz depende precisamente de mantener los gastos militares para que esto mismo sirva como medida de disuasión ante posibles adversarios (el yihadismo y Rusia, según él):

El teniente general Comas, ni corto ni perezoso, se expresó a favor de su compañero el general del ejército de tierra Domínguez Buj cuando este dijo que "cuando la metrópoli se hace débil", refiriéndose al eje Madrid-Barcelona, entonces "se produce la caída", como cuando España perdió sus últimas colonias en 1898:

Rafael Comas Abad, que muy pronto pasará a la reserva (http://www.lasprovincias.es/valencia-ciudad/201510/04/general-comas-pasa-reserva-20151003232950-v.html), se expresa muy convencionalmente, muy campechanamente, a favor de la presencia militar en todos los "frentes" (Afganistán, etc.), a favor del papel de la guerra en el mundo y en la historia, a favor de la OTAN, a favor del intervencionismo en defensa de nuestros intereses, etc.:


Aunque se sabe la alambicada nueva letra de las teorías militares (Diplomacia + Desarrollo + Defensa = Seguridad Sostenible) él lo piensa y lo dice todo en castellano antiguo: "las guerras nos gusten o no nos gusten existen", así que las guerras son necesarias y hemos de estar preparados para no salir perdiendo. Las guerras no han terminado con eso del "dividendo de la paz", sino que solo han cambiado de forma.  Las Fuerzas Armadas han de luchar lejos de su patria en defensa de nuestras libertades aquí... Punto.

El pensamiento sobre la guerra de este teniente general (que defiende en público una concepción política pro intervencionista que muchos ciudadanos no aceptamos) es más claro que el agua: hay que armarse, hay que atacar para defenderse, hay que mantener los gastos militares, las FAS son el alma de las libertades de la nación, etecé, etecé. Su desparpajo al hablar no ofrece dudas, su apuesta por el papel de la guerra en las relaciones internacionales es claro, su diatriba cansina para que no bajemos la guardia y nos defendamos de las amenazas es de manual. En suma, sus alusiones a la historia de las guerras como prueba de que la guerra es el camino que debemos seguir si no queremos perecer a manos de los invasores, son, teniendo en cuenta la capacidad destructiva de los arsenales nucleares, simplemente una locura.

Me pregunto si José Julio Rodríguez, el general de Podemos que podría ser, quizás, nuevo ministro de Defensa, desmantelaría este cuartel de Bétera como aviso a la OTAN o seguiría apostando por unas dinámicas -dirigidas por EE.UU.- de confrontación con Rusia, las cuales solo pueden tener un destino: una conflagración internacional de consecuencias y dimensiones trágicas en todo Oriente Medio.

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FUERZA DE REACCIÓN RÁPIDA DE LA OTAN EN BÉTERA (VALENCIA):