martes, 30 de diciembre de 2014

Una propuesta sencilla para el Día Escolar de la Noviolencia y la Paz (30 de enero de 2015)


"...una sociedad cuya vida pasa por la codicia organizada y por el terrorismo y la opresión sistemáticos siempre tenderá,  dado su persistente estado de desorden y confusión moral, a ser violenta" (Gandhi)

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Como todos los años, y coincidiendo con el recuerdo-aniversario de la muerte de Gandhi -que no de su esperanzador mensaje-, se celebrará casi en cada centro educativo el Día Escolar de la Noviolencia y la Paz (DENYP). Los orígenes y parte de la actualidad de esta necesaria iniciativa pueden verse en: http://denip.webcindario.com

Donde yo vivo, en Jerez, supongo que como en otras ciudades, las cosas no van bien. Van muy mal. La violencia social, la violencia contra la democracia y contra los intereses comunes, es decir, contra necesidades sociales como el empleo o la vivienda o la sanidad, campa a sus anchas. Los poderosos, y quienes manejan las estructuras a su servicio, continúan adelante con sus irresponsables programas económicos. La gente más humilde soporta mal un castigo que está generando gravísimos daños personales y colectivos. Lo que hay en los barrios de Jerez es pura desesperación. Con gran crudeza, la reforma laboral del Partido Popular continúa arrasando decenas de miles de hogares por todas partes.

Ante la catástrofe social, el comportamiento de los gobiernos local, autonómico y estatal, es más que preocupante, pues se limita, básicamente, a fomentar una superficial solidaridad consistente en campañas de recogida de alimentos. Las autoridades, en vez de cambiar las estructuras injustas y acudir a la raíz de los problemas, se dan golpes de pecho y, sin ruborizarse lo más mínimo, se congracian públicamente, de modo ostentoso, con algunas ONGs que reparten vales de comida, ropa, juguetes, alguna medicación, vales para la luz, etc. Taimadamente, los gobiernos azuzan los sentimientos humanitarios de la población menos afectada -y electoralmente rentable- para ocultar su sospechosa inoperancia en la gestión de los bienes y derechos públicos, la cual debería evitar la pobreza de otra gran parte de la población. Aunque conozco a algunas personas ejemplares que trabajan, con una honestidad y una sinceridad a prueba de toda duda, en esas ONG, todos sabemos que con esa línea de actuación nadie está encontrando otra cosa más que una ayuda escasa y temporal. La huida hacia delante del Partido Popular y de una parte de la clase llamada media que aún lo apoya es sobrecogedora.

La dignidad de todos, y la convivencia, y la democracia, están en entredicho debido en buena medida a la férrea complicidad del gobierno con los intereses de la banca internacional. La puesta en escena de cosas como la llamada Ley Mordaza, un peligroso intento del gobierno central de acallar las protestas sociales, deja claro cuál es, por el momento, la actitud de un gobierno ciego e insolidario como no habíamos conocido hasta ahora. Otras leyes, como la Ley Wert -ahora completada con la aprobación, en Consejo de Ministros, del proyecto de currículo básico para ESO y Bachillerato[1]- intentarán introducir en la mente del alumnado cuáles son los nuevos modelos a seguir de una sociedad capitalista:

4. Los currículos de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato incorporarán elementos curriculares orientados al desarrollo y afianzamiento del espíritu emprendedor, a la adquisición de competencias para la creación y desarrollo de los diversos modelos de empresas y al fomento de la igualdad de oportunidades y del respeto al emprendedor y al empresario, así como a la ética empresarial. Las Administraciones educativas fomentarán las medidas para que el alumnado participe en actividades que le permita afianzar el espíritu emprendedor y la iniciativa empresarial a partir de aptitudes como la creatividad, la autonomía, la iniciativa, el trabajo en equipo, la confianza en uno mismo y el sentido crítico. [el realzado es mío]

En Jerez, la alcaldesa acaba de inaugurar un busto, en el Teatro Villamarta, al escritor José María Pemán (1897-1981), una persona que en 1936 apoyó el golpe militar de Franco y alentó explícitamente al exterminio de sus adversarios políticos. O un monumento al Rotary Club (asociación internacional a la que han pertenecido Pinochet, MacArthur, Hassan II o Margaret Thatcher), o una rotonda dedicada al Opus Dei. Aquí, tan cerca como estamos del escudo antimisiles y de los submarinos nucleares que atracan en Rota y Gibraltar, las instituciones no solamente no hacen una necesaria campaña, en estas fechas navideñas, frente al consumismo, o frente al sexismo y belicismo de algunos juguetes, sino que promocionan la entrada de las Fuerzas Armadas en Juvelandia para que, ante los niños, se hagan exhibiciones de los materiales de guerra.

El panorama general no es que sea solamente difícil o inquietante, sino que es claramente de ruptura social, de guerra social entre los poderosos -que tienen de su lado al gobierno y a la banca- y una inmensa mayoría social que está atenazada y sorprendida por el grado de colapso, de corrupción y de frialdad con que se están comportando el sistema y las élites políticas que se empeñan en sostenerlo a base de flagrantes injusticias.

En este volcánico contexto [donde, por citar un ejemplo, el índice de pobreza infantil ha subido en España de un 28 a un 36% en los últimos años] las personas que creemos en el poder transformador de la Noviolencia debemos denunciar lo que ocurre y activar la conciencia crítica, debemos promover la búsqueda de soluciones alternativas y participar en los debates de los problemas buscando sus raíces, debemos alentar la protesta social y generar sentido de la justicia y de la dignidad entre quienes más padecen los efectos de la llamada crisis. Por supuesto, ser noviolento o noviolenta no implica que no debamos estar muy indignados o que no debamos exigir con determinación un cambio profundo del estado de cosas descrito. Apostar por la Noviolencia es, precisamente, luchar -de modo pacífico- frente a la violencia desatada contra el pueblo, contra la ciudadanía.

Por todo ello, hago la siguiente propuesta para la celebración en los centros educativos del próximo Día Escolar de la Noviolencia y la Paz. Que leamos nosotros y nosotras, educadores y educadoras, el texto cuyo enlace coloco al final. Me parece un resumen magnífico sobre los principios de la Noviolencia activa, es decir, la que sabe que la Ética y la Política son dos caras de la misma moneda, como han de serlo el amor y la inteligencia.

Creo que si nos imbuimos bien, muy bien, de lo que esas tres páginas explican, muestran, resumen, proponen, anhelan… llevaremos a todas las actividades que desarrollemos en las aulas y en los centros sociales el espíritu de justicia y de dignidad que tanto necesitamos en estos momentos.






Ser personas solidarias está bien y es una exigencia ética, pero no querer ver que este sistema no funciona y lanza a la mayoría a la indignidad es caer en un ambiguo silencio con el que Gandhi, desde luego, no estaría de acuerdo. Pero no debemos tratar a nuestros verdugos como ellos lo están haciendo con nosotros y nosotras. Se trata de hacerles ver, con la máxima urgencia, que ya no pueden continuar haciéndolo por más tiempo. Si callamos, si nos dejamos llevar por el miedo, entonces las cosas empeorarán y la violencia sí habrá logrado imponer su ley. La Noviolencia es, sobre todo, saber desvelar los mecanismos sociales que generan estructuralmente la pobreza, el machismo, la indignidad, la destrucción de otros países, la degradación del Medio Ambiente[2], el militarismo[3], etc., y transformarlos en justicia, en verdadera solidaridad, en democracia popular. La Noviolencia es lo contrario de huir de las causas que generan los conflictos, es lo contrario de calmar nuestra conciencia con un gesto amable y efímero hacia quienes sufren. La Noviolencia no tiene nada que ver con la pasividad o la resignación. No está hecha para los que se empeñan en comulgar con ruedas de molino, sino para los desobedientes que no soportan la injusticia y el mal.

Una lectura pausada del texto que propongo podría ayudar a colocar nuestro corazón y nuestra inteligencia en el dial correcto del cambio social y del cambio interior. Una vez adecuadamente sintonizados, sin necesariamente coincidir con el enfoque tan religioso de Gandhi, con el espíritu de la desobediencia hacia las leyes injustas, elijamos aquellas actividades educativas que mejor nos parezcan para que los alumnos y las alumnas vayan conociendo la realidad y tengan ocasión de ir posicionándose en ella del modo que mejor estimen.

Para el Día Escolar de la Noviolencia y la Paz no propongo esta vez nada de particular que hacer con los alumnos y alumnas, sino un ejercicio de atención lectora para nosotros los educadores y educadoras que, en estos momentos, hemos de revisar a fondo los fundamentos de nuestro compromiso ético y político.

"GANDHI: LAS BASES DE ARGUMENTACIÓN DE LA NO-VIOLENCIA"

por Mª Asunción Gutiérrez López, en A parte rei, nº 25, enero de 2003







[1] M. Planelles y M. Marín: “Wert completa su ley educativa pese al rechazo frontal de la oposición” (El País, 26/12/2014): http://politica.elpais.com/politica/2014/12/26/actualidad/1419625833_477569.html
[2] Recomiendo los artículos: “Ecofascismo”, de Federico Ruiz; “Reacciones psicológicas ante el colapso”, de Fernando Cembranos; “Ideas para una transición socioecológica de la economía española”, de Óscar Carpintero y José Bellver; “Crisis de sentido y ecosocialismo”, de Jorge Riechmann; “Bases para un nuevo contrato social”, de Yayo Herrero; todos ellos en el dossier central de Revista El Ecologista, núm. 83 (invierno 2014/15)
[3] El gasto militar español asciende en estos momentos a más de 23.000 millones de euros (Presupuestos Generales del Estado para 2015). Puede verse al respecto el informe: http://es.scribd.com/doc/247956826/GASTO-MILITAR-ESPAÑOL-2015, informe que está resumido en esta nota de prensa de Ecologistas en Acción: http://ecologistasenaccion.org/article29197.html